La realidad está golpeando la puerta. No es una moda. No es pasajero. El fútbol femenino se instaló en el país y ahora es turno de las instituciones decidir qué hacer con la actividad de mayor desarrollo futuro, a mi parecer, en el país.
Las ligas, tanto semi-profesionales (AFA) como amateurs (BAFI) están estimulando desde sus reglamentos la incorporación tanto de equipos competitivos femeninos de 11 para poder disputar competencias internacionales masculinas, como así también equipos infantiles para disputar las máximas categorías de ligas de futsal femenino.
Desde mi perspectiva, la obligación no es un método que conlleve compromiso a largo plazo para el desarrollo de la actividad, pero es un comienzo... ¿Qué sigue? La responsabilidad y seriedad de las instituciones que contengan la actividad a brindar las condiciones necesarias para el correcto funcionamiento de la misma, con todo lo que ello implica: sectores de entrenamiento adecuados a cada categoría, vestuarios en condiciones (propios para mujeres), apoyo económico para solventar gastos de partidos e inscripciones, ropa para entrenar femenina, elementos de trabajo modernos (no pelotas de hace 10 años), traslados, sólo para mencionar prioridades.
¿Por qué mencionar todo esto? Porque llegamos para quedarnos y se viene, para los que quieran verlo, el surgimiento de esa tan ansiada camada de niñas/adolescentes que hoy tienen la posibilidad que muchas de las que hoy jugamos no tuvimos, de aprender el deporte desde sus 7 años. Las instituciones deberán crear infraestructuras para soportar el aluvión de mujeres que ocuparán sus espacios. Ya no alcanzará el playón del club, el pedacito de tierra que quedó allá olvidado... Deberán tomar conciencia primero de qué es lo que le pueden ofrecer al fútbol femenino. Analizar. Proyectar. Y en base a ello, ofrecer. Ofrecer por moda solo perjudicará cientos (y ojalá miles) de niñas, adolescentes y mujeres que buscan hacer lo que más les gusta en un lugar acorde a sus necesidades. Recuerden: el que mucho abarca poco aprieta... y lo que mal comienza, mal acaba.
Se vienen años importantes para el fútbol femenino argentino. Y solo hay una manera de que crezca de manera correcta y exponencial: entre todos los que formamos parte. Como dijo José Ortega y Gasset: "SOLO CABE PROGRESAR CUANDO SE PIENSA EN GRANDE, SOLO ES POSIBLE AVANZAR CUANDO SE MIRA LEJOS"
